A medida que la fabricación evoluciona a niveles sin precedentes, el sistema de software que hay detrás también lo hace. Mientras las soluciones de planificación de recursos empresariales (ERP) han aportado una mejor gestión de datos y completa visibilidad a las empresas durante décadas, algunos de esos primeros sistemas carecían de flexibilidad. Incluso las soluciones de ERP de segunda generación eran a veces tan complejas que se mostraban insuficientes para ayudar a impulsar la productividad de la fuerza laboral. Ahora, esto está cambiando. Una vez más, las soluciones de ERP se están renovando. Este nuevo enfoque, el ERP 3.0, está centrado en empoderar a los empleados, acelerar tareas y soportar una toma de decisiones rápida.
Las perspectivas basadas en datos que utilizan la inteligencia artificial (AI) son la base fundamental de este enfoque moderno y, por ello, su impacto potencial en la productividad es inmenso.