Un ecosistema digital ayuda a las marcas a reducir los ciclos de diseño, planificación y fabricación, a mejorar la precisión de la planificación de la cadena de suministro, a habilitar la visibilidad integral del inventario y a gestionar las finanzas y la liquidez. Esto contribuye a garantizar que los productos adecuados lleguen al lugar correcto, en el momento necesario, dentro presupuesto y en línea con las iniciativas de sostenibilidad que atraen a los clientes, desde el punto de vista social y medioambiental. Además, una cadena de suministro conectada puede mejorar la visibilidad de las métricas claves de producción, como el uso de agua y el contenido químico, pudiéndolo compartir todo con el consumidor.